

La región andina de América Latina (Colombia, Perú y Bolivia) sigue siendo el principal productor de cocaína a nivel mundial. Sin embargo, en los últimos años, el mercado se ha expandido y la violencia y la competencia delictiva, antes confinada a América Latina, se están extendiendo a Europa Occidental.
En el medio de la incertidumbre, los habitantes de las dos naciones se preguntan quién irá a pulsar el botón que ponga en aprietos la seguridad no solo física si-no del futuro de sus mismas familias.
En sus orillas son opositores naturales y cada uno tiene una visión global. Se tiran dardos y se piden disculpas. Levantan el tono y aterrizan con otras salidas distractoras. Ah, eso sí, cuando están apretados se van de viaje y a donde fueren cambian el discurso.
Son Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de América y Gustavo Petro, presidente de Colombia. El primero, gobierna una potencia del mundo; el segundo, a la Nación que desea ser la potencia de la vida.
Trump tiene el poder de certificar si Petro cumple con los mandatos de no dejar crecer el narcotráfico desde los cultivos y el procesamiento de la coca.
Petro tiene el poder de velar por el cuidado de la soberanía y el patrimonio de los colombianos y dice que también puede exigir, si detiene aquí con lo que implica en seguridad y recursos, allá deben parar el consumo.
De ahí que le propone a Trump que si va a parar la inversión y las ayudas a Colombia, que venga primero y se entere de primera mano lo que se hace para que el narcotráfico no sea el río de sangre y de corrupción que se vive.
Por su parte, desde la barricada norteamericana profesan que la rajada por el incumplimiento de la tarea frente a las drogas no es por la falta de operación de las tropas sino por las políticas desarrolladas por el gobierno Petro.
No obstante, esta vez y no como cuando el gobierno de Ernesto Samper, la descertificación no se acompañó con pérdida de cooperación en la lucha antidrogas, aunque no se haya compensa-do el retiro de Usaid.
Fue como un sí, pero no. ¿Será que sirvió la visita de los alcaldes?
Ahora, la tempestad política que levanta la decisión de los Estados Unidos dependerá de los nuevos resultados colombianos.
LA DATA DE LAS DROGAS, VISIÓN GLOBAL
(CON BASE EN Informe Mundial sobre las Drogas 2025 de UNODC)
- El consumo de drogas ilícitas ha aumentado en la última década. Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en 2022, se estimaba que aproximadamente 292 millones de personas en el mundo consumieron drogas, lo que representa un aumento del 20% en 10 años.
- La producción, incautaciones y consumo de cocaína alcanzaron nuevos máximos en 2023, convirtiéndose en la droga ilícita con mayor crecimiento de mercado. La producción ilegal se disparó a 3,708 toneladas, casi 34% más que en 2022. Las incautaciones mundiales alcanzaron un récord de 2,275 – lo que supone un aumento de 68% con respecto a 2019-2023. El consumo creció de 17 millones de usuarios en 2013 a 25 millones en 2023.
- En 2023, cerca de 316 millones de personas consumieron alguna droga (excluidos el alcohol y el tabaco); es decir 6% de la población entre 15 y 65 años, frente a 5.2% de la población en 2013. Con 244 millones de usuarios, el cannabis continúa siendo la droga más utilizada, seguido de los opioides (61 millones), las anfetaminas (30.7 millones), la cocaína (25 millones) y el «éxtasis» (21 millones)
- Colombia como líder mundial: De las 376.000 hectáreas de cultivo de coca a nivel mundial, 253.000 hectáreas (aproximadamente el 67%) se encuentran en Colombia , lo que reafirma su posición como el principal productor de cocaína del mundo.
- El número de consumidores de drogas a nivel mundial ha aumentado, y en Estados Unidos el consumo de sustancias como la marihuana ha crecido. Datos recientes de 2025 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) indican una reducción de casi el 24% en las muertes por sobredosis, lo que podría ser un signo de estabilización después de un largo período de aumentos.
- El número de consumidores de drogas a nivel mundial ha aumentado, y en Estados Unidos el consumo de sustancias como la marihuana ha crecido. Datos recientes de 2025 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) indican una reducción de casi el 24% en las muertes por sobredosis, lo que podría ser un signo de estabilización después de un largo período de aumentos.
