
MARCO ANTONIO SUÁREZ GUTIÉRREZ
DIRECTOR GENERAL / CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL DEL VALLE DEL CAUCA, CVC
Del 29 de septiembre al 4 de octubre, la Plazoleta de San Francisco volverá a ser el corazón ambiental de Cali. Allí se celebrará una nueva versión de la Gran Vitrina Verde de Colombia en el marco de la Semana de la Biodiversidad con una propuesta tan ambiciosa como inspiradora: reunir en un mismo lugar a más de 300 negocios verdes.
¿Se imaginan lo que significa recorrer en pocos pasos el Amazonas, el Pacífico, el Caribe o los Andes? Eso es lo que ocurrirá: productos de todas las regiones, desde cafés especiales hasta artesanías, pasando por maderas plásticas, bloques de construcción elaborados con residuos y alternativas energéticas. Todo esto con un mismo mensaje: se puede producir riqueza sin destruir la naturaleza.
Pero no se trata solo de una feria comercial. Habrá ponencias, muestras de cocina en vivo, conversatorios y actividades culturales que mostrarán la diversidad de nuestro país en todas sus formas: la natural, la gastronómica y la humana. Y como si fuera poco, entregaremos 50.000 árboles, un gesto que más que simbólico es una declaración de principios: sembrar futuro en lugar de hipotecarlo.
Cali se consolida así como la capital de la biodiversidad en Colombia. Lo que empezó con la COP16 ya no es un recuerdo aislado, sino el inicio de una transformación cultural que nos invita a replantear la forma en que consumimos, producimos y convivimos con nuestro entorno.
Detrás de cada negocio verde hay una historia que vale la pena escuchar: familias que encontraron en la sostenibilidad una oportunidad para salir adelante, comunidades que rescatan saberes ancestrales y emprendedores que apuestan por innovar sin agotar los recursos. Apoyarlos no es un acto de caridad, es una inversión en nuestro propio bienestar.
La Semana de la Biodiversidad debería dejarnos una reflexión: cada decisión de compra es también una decisión ambiental. Si elegimos consumir productos que respetan la vida, estamos contribuyendo a un país más justo y a un planeta más sano.
Cali tiene hoy una oportunidad de oro: demostrar que el desarrollo puede ser verde, inclusivo y culturalmente diverso. Ojalá esta vitrina no sea solo un evento pasajero, sino el punto de partida para un movimiento ciudadano que entienda que defender la biodiversidad es, en el fondo, defendernos a nosotros mismos.
Esta propuesta es posible gracias al liderazgo de la CVC, Gobernación del Valle del Cauca y ASOCARS que reúne a las 33 corporaciones autónomas regionales y de desarrollo sostenible de el país.
