
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), la OMS, el UNFPA y otras agencias internacionales han reiterado que la partería puede cubrir hasta el 90% de los servicios esenciales en salud sexual y reproductiva, y reducir de manera sustancial la mortalidad materna y neonatal. Por ello, la Cumbre también fue un llamado a la cooperación global y a la inversión pública para integrar a las parteras en los sistemas de salud como actoras centrales.
Con cantos, sabiduría, palabras ceremoniales y profunda fuerza política, finalizó la Primera Cumbre Mundial de Parteras Tradicionales, realizada los días 22 y 23 de julio de 2025 en Cali, Colombia. Este encuentro histórico reunió a más de 300 parteras tradicionales afrodescendientes, indígenas y campesinas de distintas regiones de Colombia, así como delegaciones internacionales de 11 países, quienes compartieron saberes, estrategias de cuidado, experiencias de lucha y propuestas para el reconocimiento pleno de su labor.
El cierre de la Cumbre estuvo marcado por la presentación del Manifiesto Político de las Parteras Tradicionales e independientes, construido colectivamente a partir de las mesas de trabajo desarrolladas durante el evento. Este documento fue adoptado en Cali el 22 de julio de 2025 y exige al Estado colombiano y a la comunidad internacional:
- El reconocimiento jurídico, cultural y económico de las parteras y sus saberes.
- La reparación histórica por siglos de persecución, criminalización y racismo institucional.
- La autonomía para ejercer la partería sin homologaciones ni imposiciones biomédicas.
- La inclusión plena y vinculante en políticas públicas de salud, cultura, justicia, medio ambiente y género.
- La creación de censos nacionales de parteras y el fortalecimiento de sus organizaciones, casas de partería y procesos de formación propia.
Vicepresidencia y gobernación
El manifiesto también propone un modelo de interculturalidad con equidad, rechazando las jerarquías del saber médico hegemónico y exigiendo diálogo respetuoso, valoración espiritual y soberanía epistémica.
Durante el acto de clausura, la Vicepresidenta de la República, Francia Márquez Mina, reconoció a las parteras como sujetas de derechos y cuidadoras de la vida desde los territorios históricamente marginados.
En territorios donde hay ausencia del Estado, ahí han estado las parteras, cuidando la vida. En territorios donde no llega el sistema de salud, ahí han estado las parteras poniendo sus saberes,
Francia Márquez.
transmitidos de generación en generación para cuidar la vida. Eso lo sé porque mi madre fue una partera y sus enseñanzas me permiten hoy entender cuando las mujeres hablan del cuidado de la vida
que es lo que están hablando

“Reconocer a las parteras es reconocer la dignidad de nuestros pueblos. Vamos a trabajar por políticas reales que protejan estos saberes y garanticen condiciones para su ejercicio.”
Por su parte, la Gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, expresó su respaldo a las exigencias planteadas y reiteró que desde la Gobernación se fortalecerán los programas de salud con enfoque diferencial:
“Las parteras son patrimonio del Valle y del mundo. Ustedes enseñan a cuidar la vida con amor y sabiduría.”
La partería no es pasado: es presente y es futuro. Es un acto sagrado, de resistencia política y soberanía cultural.

