
La gente de Buenaventura sabe gozarse una fiesta, Sí. La que organiza sabe de un festival folclórico, No. Tras 35 años de marca, el evento que debería concentrar la ancestralidad, los saberes y los sabores en su propio territorio se convirtió en una feria más. A manera de editorial.
No es mucho lo que haya para escribir de cuatro noches, la última y más a-tractiva pasada por la sagrada agua que cae del cielo como es tradicional en Buenaventura.
A la fecha no se sabe ni cuánto costó ni cuánto dejó, una fiesta que en medio de la improvisación llamaron 35 festival folclórico de Buenaventura.
Bueno es que solo el 25 de abril se designó bajo decreto a Nelly Guerrero Hernández, actual directora técnica de Cultura, como directora del “evento más representativo de las tradiciones del Pacífico colombiano”, para que del 27 al 30 realizara la versión 35.
En sus declaraciones, la directora prometió que “trabajaremos con pasión para que esta edición celebre la riqueza de nuestras raíces y fortalezca el orgullo de ser del Pacífico”.
Y bueno queda demostrado que no solo la voluntad se necesita para un evento de tantos años y compromiso con las saberes, sabores y tradiciones de un territorio billonario en ello.
En tres meses y medio, antes hubo un logo, una noche de elección y coro-nación con unos invitados que tenían otro folclor. Claro de logo pues la inteligencia artificial lo crea de inmediato, tal como pudo hacerse el cambio del de la alcaldía Distrital.
La fiesta estuvo buena, pero no hubo festival, a pesar de la improvisación.
La fiesta se hubiera ahorrado muchas críticas si lo del festival lo hubieren guardado para otra ocasión.
Con el reinado señorita litoral bastaba. Ah, debió ser más robusto en participación de territorios y los desfiles más organizados porque una carroza no se hace de la noche a la mañana.
Pero sin duda, al no haber folclor para un festival, elegir a la más linda y conocedora del currulao, los saberes y sabores del Pacífico debería ser el fuerte para las nuevas fiestas de Buenaventura que hasta una versión desinflada de bunde quieren imponer.
Aprovechar del reinado nacional en Cartagena, San Pacho, San Pedro y San Pablo y recoger experiencias de Petronio son tareas para retomar el camino.
Ah y no olvidar cuando haya plata para la gente y los artistas locales.
Cuando uno hace una fiesta, enluce la casa y se pone la mejor pinta. También tiene en cuenta que los invitados puedan regalar de su tiempo y su dinero: sin quincena no hay como lograrlo. Reponer las bancas deterioradas, activar el reciclaje y devolverle la alegría al monumento de Petronio, por lo demás faltó.
De las expectativas de negocios no se sabe, nadie responde. Del jolgorio y la poca lucha, los bonaverenses ya conocen. De salir hasta tarde es que no se estima, aunque las autoridades reportaron normalidad durante los cuatro días, excepto por los desmanes del “bunde”.

