Durante el período 2020-2022, el precio promedio de la gasolina en Colombia se mantuvo relativamente estable, a pesar de los crecientes precios internacionales.
A partir del segundo semestre de 2022, la administración actual inició una fase de ajustes mensuales para cerrar la brecha del déficit del FEPC. Los incrementos han sido graduales y consistentes, con alzas que han oscilado entre $200 y $600 pesos por galón.
Por ejemplo, en junio de 2023, el aumento fue de $600, seguido por otro de $400 en septiembre de ese mismo año. El proceso continuó hasta el final de 2024, alcanzando un precio promedio de $15,675 en diciembre de 2024. A partir de enero de 2025, el precio continuó su ascenso gradual, llegando a un promedio de $15,758 en enero de 2025 y a $15,968 en julio de 2025.
La política de alzas graduales de la gasolina puede interpretarse como una estrategia deliberada para mitigar el riesgo de una protesta social masiva. En lugar de un ajuste drástico, que podría generar un rechazo generalizado, el gobierno optó por incrementos pequeños y frecuentes.
Esto ha diluido el impacto económico y social a lo largo de la cadena de suministro, balanceando la necesidad fiscal con la gestión del riesgo de una reacción popular. La decisión de aumentar el precio en fracciones, en lugar de un solo ajuste de varios miles de pesos, sugiere que el factor principal en la toma de decisiones es la gestión del riesgo social.
