EL PRIMER PASO NO TE LLEVA ADONDE QUIERES IR, PERO TE SACA DE DONDE ESTÁS.

Fueron 11’291.986 votos que respaldaron la propuesta de “El Cambio” que en el 2022, Gustavo Petro destapó como la estrategia para que Colombia fuera diferente desde su visión de izquierda, la implementación de reformas sociales y la lucha contra una oposición que tituló de anarquista y continuista.

Los cuatro años para hacerlo posible terminan el 7 de agosto del 2026 y en tan solo 90 días, una consulta definirá si su pensamiento progresista permitirá finalizar lo que él dice inició como transformación de la manera de servir y “servir para el pueblo”.

Y tal vez sea ese reto lo que lo ha llevado a cambiar parte de su coherencia por discursos que combina con voces que hablan no de su estilo pacifista sino de agresión a sus contrarios y a algunos que ingresó a su propio gabinete y que se convirtieron en “fuego amigo”.

Esos nombres que no son solo cercanos sino que han dejado un manto de duda sobre sus propias intenciones de ofrecerle un cambio al país.

Si bien, cuando intenta, tardíamente, mostrar un balance de realizaciones para defender su política de Estado y con ello renovar una confianza a su buena fe, pareciera que su musa le traicionara y le hiciera escribir con errores y hablar, a veces, con disparates.

Del Petro, alcalde; al Petro, presidente; la distancia está en el Petro, senador. Como si el poder con mando no fuera su fuerte. Y que no le quiten que ha sido elegido por muchas esperanzas, aunque ahora dude de la institución que sumó y valoró sus votos a favor.

Pero eso sí, al igual que sus antecesores, blanco de sus críticas, su última elección, esta de presidente, sigue investigándose por topes, dineros no tan legales y en la que se involucra su propia familia y los célebres Armando Benedetti y Laura Sarabia, entre otros.

Y si eso son errores suyos, pues nada mejor que enmendarlos con un pastor cerca y un fiscal de reconocidas charreteras. Los más recientes protagonistas de nuevas aventuras presidenciales y que han servido para alejar hasta los que eran íntimos.

Alfredo Saade, un religioso “non sancto” y Luis Eduardo Montenegro que tildaron de ser un fiscal de bolsillo.

A falta de 371 días de concluir uno de sus mayores logros personales, ser presidente de su Colombia Humana, Gustavo Francisco Petro Urrego asegura que como economista ha sabido mantener indicadores que superan lo recibido por su gobierno, al tiempo que defiende legislar para el pueblo. Sin embargo, su oratoria, acciones impulsivas y la selección de funcionarios de confianza le cobran su popularidad.

Las evidencias de respaldo al Editorial en titulares y frases de opinadores colombianos

Tengo estas preguntas para mi alma: ¿Qué pasa con mi país? ¿Qué pasa con la conciencia de los colombianos? ¿Cómo es que Uribe y Zuluaga hacen estas cosas y terminan de héroes y suben en las encuestas, y en cambio el fiscal termina de villano? ¿Qué siente el fiscal en su soledad? ¿Podrá el fiscal, en medio de los insultos y acusaciones, entregarle al país los resultados de la investigación antes del día de elecciones?

  • Citan a Semana.com
Publicación 1 de abril de 2012
Publicación 25 de enero de 2015

“¡Ya está bueno de payasadas! Usted no es un opinador o un tuitero cualquiera. Su obligación legal y moral es respetar la Constitución y la ley. En Colombia no hay reelección, el mismo presidente ha dicho muchas veces que no le interesa. Si su trabajo es lambonear, el del gabinete es cumplirles a los colombianos. Su incansable búsqueda de atención nos genera problemas a todos, si le gana la pulsión activista pues: levántate y vete. Y no se le olvide que esos a los que hoy llama ineptos, fueron los que lo avalaron en sus aventuras políticas: Cambio Radical y Centro Democrático.”

Director de la Unidad Nacional para la Gestión del
Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo

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