
Hablar de 150 capturas de los criminales más buscados con ayuda de ciudadanos a quienes se les pagaron $983 millones en recompensas entre 2024 y lo que va de 2025; la ubicación y rescate en altamar de los 21 tripulantes de ‘Doña Sheiry’, gracias al monitoreo satelital entregado por la Gobernación del Valle, así como la tranquilidad que llevó al corregimiento de Timba, en Jamundí, la neutralización de dos drones con explosivos de las disidencias de las Farc son solo algunos de los logros que ha hecho posible la Tasa de Seguridad en el Valle del Cauca.
“Una contribución que ha sido clave para fortalecer las acciones de protección y cuidado de los vallecaucanos, en medio de un complejo panorama de orden público y seguridad. A través de esta herramienta, hemos logrado canalizar recursos cruciales para fortalecer las instituciones encargadas de proteger a la ciudadanía, supliendo en algo el vacío dejado por la falta de recursos nacionales para la Fuerza Pública y el incremento de la actividad criminal en la región en medio de las negociaciones de la Paz Total”, aseguró la gobernadora Dilian Francisca Toro Torres.
En un balance sobre la tasa que se creó en el 2017 y que pagan los vallecaucanos de los estratos 4, 5 y 6, así como de los sectores comercial, industrial y especial, con algunas excepciones por el uso de energías renovables, la mandataria dijo que se han invertido más de $212 mil millones en el fortalecimiento de los organismos de seguridad y estrategias, que “han permitido avanzar en la lucha contra la violencia generada por la delincuencia común, el narcotráfico y los grupos armados ilegales. Un modelo que ha sido implementado en otros territorios afectados por la violencia como Antioquia”.
Los beneficios son evidentes, asegura la Gobernadora, y hace referencia a la operación desplegada en Jamundí que tiene un soporte fundamental en la Tasa de Seguridad, que en este cuatrienio tendrá una inversión superior a $170 mil millones en dotación para Fuerza Pública, Fiscalía y Migración Colombia, que integran el Comité Territorial de Orden Público que define las inversiones en seguridad.
Trescientas motocicletas y 38 vehículos; 131 cámaras de videovigilancia y sistemas de reconocimiento de placas; 950 chalecos antibalas, y los 85 equipos de geolocalización, una valiosa inversión para transportadores y lancheros de Buenaventura, son herramientas tangibles para los vallecaucanos.
Así se ha logrado contener delitos como el hurto a personas, las lesiones personales y la extorsión, y aunque los homicidios siguen siendo uno de los delitos que no ceden en el departamento, hay casos como La Cumbre, donde han pasado más de un año sin homicidios.
Además, los recursos de la Tasa de Seguridad han sido fundamentales en coyunturas como la pandemia o el estallido social, con alimentación, hospedaje, transporte y bioseguridad de los uniformados encargados de velar por la seguridad. Un apoyo que también ha sido decisivo para operativos contra disidencias y grupos delincuenciales, así como el cuidado de los recursos ambientales y la lucha contra la minería ilegal y las economías ilícitas en zonas estratégicas como los Farallones.
“La Paz Total solo sirvió para fortalecer a los grupos armados ilegales”
“Una Paz Total que solo sirvió para fortalecer a los grupos armados ilegales. Paz total no hay, desafortunadamente los disidentes y el ELN lo tomaron como una forma para fortalecerse. Cuando aquí se levantó el cese al fuego el fortalecimiento era bastante, porque ya llevaban años. Por eso, han ocurrido atentados terroristas que, además, empezaron a hacerlos con el uso de drones, ataques que hemos contrarrestado con los antidrones que compramos. Son cosas que realmente nos preocupan porque la situación de inseguridad no es solamente en el Valle, es en todo el país. Venimos en un importante trabajo para retomar el control territorial, tenemos un departamento sitiado por delincuentes, disidencias en las cordilleras Central y Occidental, la situación de Jamundí y bandas criminales en las principales ciudades. Con acciones decididas hemos logrado contenerlas en Tuluá, Cartago y Buenaventura. Venimos trabajando en la parte urbana y rural, y realmente las capacidades de la Policía y el Ejército han sido pocas, el gobierno Nacional no les ha apoyado en nada, nosotros tenemos la Tasa de Seguridad de la que algunos hablan sin tener piso, pero si no hubiera sido por esta tasa nosotros no podríamos estar ayudando al Ejército, a la Policía, a la Fuerza Aérea que es poco, pero a la Armada que es mucho”, señala la mandataria.
“Nos atacaron con drones y tuvimos que comprar los antidrones nosotros porque el gobierno Nacional no gestionó y los compramos con la Tasa. Ahora llega el Sistema de Comunicaciones para la Policía en el Valle y para Cali, que hace 25 años no lo cambia, nos cuesta $50 mil millones y también estamos comprando los radios satelitales para el Ejército, $7.500 millones, que llegan en noviembre, y estamos cofinanciando cámaras para el departamento, incluyendo Buenaventura y Jamundí.”
“La Tasa de Seguridad establecida en la ordenanza 692 de 2025 (nueva ordenanza) es una de las principales herramientas que nos permite hacer frente a la delincuencia, fortalecer nuestra Fuerza Pública, invertir en inteligencia preventiva y seguir adelante en esta lucha sin cuartel que estamos librando contra la inseguridad.”



